10 destinos para viajar al extranjero este verano

10 destinos para viajar al extranjero este verano

Llega el calor y a todos nos apetece acercarnos a la playa a darnos un buen baño. Pero el verano también es una época excelente para escaparse al extranjero y, en ocasiones, hasta huir del asfixiante calor. Aquí tienes 10 destinos recomendados por los socios de MadridTB. ¿Con cuál te quedas?

Londres, por Aprendizaje Viajero

Si estás buscando un destino que nunca defrauda, una apuesta segura para una escapada este verano, apunta Londres. ¡¡Porque es posible ver en un mismo día el Palacio de Buckingham, el Big Ben, el Shard (edificio más alto de Europa, por cierto, que a muchos recuerda a la torre de Sauron), la Abadía de Westminster, los estudios de Abbey Road!!

Podríamos seguir días y días hablando de todos los lugares que puedes visitar en Londres, pero lo mejor es que los veas por tí mismo. Una ciudad cuna culturalmente, capital de Europa y quién sabe si del mundo. Puede que no sea el lugar con mejor gastronomía, o con más sol, pero un viaje a Londres es siempre un acierto.

Y también es un destino perfecto si vas con niños, ya que tienes infinidad de guiños y localizaciones a la saga de Harry Potter (bueno, para niños y no tan niños, ejem). Los vuelos hasta sus aeropuertos son muy muy baratos, y el viaje te lo haces en un abrir y cerrar de ojos.

Queda claro que si todavía no has estado en Londres tendrás que ir pronto, ¿no? Porque caminar por Carnaby Street, recorrer el Soho, o visitar sus cafés y tiendas no tiene precio. Bueno…..precio tiene…en fin, dejando de lado la parte más cara y posh londinense….museos!! Londres tiene varios de los mejores museos del mundo. ¡Y muchos, gratis! No puedes irte de Londres sin haber pisado la National Gallery o el Museo Británico.

Hay un Londres para cada persona que visita la ciudad. No importa si eres más fan de la música o de los misterios de Jack el Destripador, si eres más de arte o de compras, si de edificios históricos o rutas a pie. Londres es siempre el destino al que uno vuelve y vuelve. Por algo será. Visitar Londres es siempre un acierto.

Los Cotswolds, por I am passenger

Pueblos con encanto, casitas de cuento, bosques frondosos, iglesias rodeadas de vegetación… Si en verano huyes de la playa y de los sitios más típicos, los Cotswolds son tu destino ideal para estas vacaciones.

La famosa Campiña Británica es uno de los lugares más bonitos que he visitado. Desde pueblos de apenas 200 habitantes como Snowshill a otros más grandes como Chipping Campden, pasando por la Torre de Broadway o los canales de Bourton on the Water, los Cotswolds tienen todo lo que necesitas para disfrutar de un gran viaje.

Esta zona de Inglaterra está declarada como AONB (Area of outstanding natural beauty) y no es para menos, toda esta zona es preciosa y es perfecta para hacer un viaje en pareja, con amigos e incluso en familia.

Conducir durante kilómetros por estrechas carreteras flanqueadas por árboles, comer en pubs rodeados de gente local, tomar el té de las 5.00, comprar libros u objetos de decoración en pequeñas tiendas con encanto, pasear por pueblos de una belleza excepcional, e incluso desviarse unos kilómetros para visitar Stonehenge, Bath o Bristol, serán experiencias que nunca olvidarás.

Si estás pensando en hacer un viaje a los Cotswolds organiza bien tu ruta, todos los pueblos son preciosos, pero para mí los imprescindibles son: Castle Combe, Bibury, Snowshill, Upper y Lower Slaughter, Bourton-on-the-Water, Lacock, Tetbury, Chipping Campden, Stow-on-the-Wold, Broadway… y mi recomendación personal: Sandy Lane, un pueblo que consta apenas de una calle con un pub tradicional y preciosas casas con tejados de paja super cuidadas.

¿A qué esperas para descubrir los Cotswolds? Busca ya vuelos a Londres, Birmingham o Bristol, alquila un coche y lánzate a descubrir una de las zonas con más encanto de Inglaterra

Napoles, por Aire Nómada

“Vedi Napoli, poi muori” (“ver Nápoles, después morir”) afirma un dicho popular italiano y no es para menos porque Nápoles es apasionante, posiblemente una de las ciudades más sugestivas de toda Europa, todavía algo alejada de los tours más típicos y, en cierto modo, a la sombra de Roma o Florencia y bajo el paraguas maldito de la camorra, pero Nápoles es una de las ciudades más desconocidas y fascinantes de Europa.

Visitar la vibrante capital de la Campania es una experiencia única. La ciudad rezuma historia en cada adoquinada calle, las Iglesias se amontonan en su casco antiguo ocultas tras decadentes fachadas. Nápoles es una ciudad de castillos, como el Castel dell´Ovo, una gigantesca fortificación que se adentra en el mar y que tiene una de la vistas más increíbles de Italia con el volcán Vesubio de fondo, el símbolo napolitano por excelencia. Nápoles es una ciudad de museos, como el de Capodimonte, que cuenta con una colección permanente de Tiziano y Caravaggio irrepetible. Nápoles es gastronomía, no en vano es el lugar del nacimiento de la pizza, posiblemente el plato más conocido del mundo.

Nápoles es de los napolitanos, de los cientos de motos que a diario recorren sus calles, plagadas de edificios de aspecto descuidado pero que ocultan obras de incalculable valor tras sus muros. Nápoles es el olor a ropa recién tendida en las ventanas, el olor del incienso de los altares levantados en cada esquina, Nápoles es la ciudad más autentica de Italia.

En una visita nunca debería faltar una parada en el Duomo, donde cada 19 de Septiembre tiene lugar el milagro de San Gennaro. También es de obligado cumplimiento perderse por Spaccanapoli y Via San Gregorio Armeno, calles famosas por los maestros artesanos del Belén. En Via Tribunalli deberemos parar a comer en alguna de las dos mejores pizzerías de la ciudad: Di Matteo y Sorbillo y, al lado, encontraremos Napoli Sottoterranea, una visita especial para un Nápoles especial por debajo de la tierra.

Sus animadas piazzas son el centro de reunión para sus habitantes y el Quartiere Spagnolo uno de los barrios más pintorescos donde os recomendamos, sin lugar a dudas, la Trattoria Nennella, perfecta para cenar y saborear exquisitos platos de pasta a un precio inmejorable. La Via Toledo y la Galería Umberto I son ideales para las compras y la Piazza Plebiscito, posiblemente la más impresionante de la ciudad, y el Palacio Real nos muestran la importancia que Nápoles tuvo en otras épocas y la muy estrecha relación con España.

Pero Nápoles además cuenta con un emplazamiento privilegiado, al pie del volcán Vesubio, que aquel 24 de agosto del año 79 d.C sepultó las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, hoy increíbles lugares arqueológicos.

Nápoles también son sus islas, entre las que destacan Capri, Ischia y Procida, esta última, nuestra preferida, por su tranquilo ambiente pesquero, por sus pequeñas playas y calas, realmente, por su encanto del sur de Italia. Es difícil encontrar un destino tan variado y apasionante, nosotros vivimos un año en Nápoles y solo deseamos volver una y otra vez.

Chipre, por ArqueoTrip

Hemos hecho recientemente nuestro tercer viaje a Chipre. Somos unos viajeros enamorados del Mediterráneo y especialmente de sus islas.

En Chipre, los conflictos del siglo XX están todavía muy latentes. Nicosia es la única capital dividida por un muro (como Berlín) custodiado por tropas internacionales de la ONU. Un tercio de la isla, República Turca del Norte de Chipre, está ocupada por Turquía y el resto de la isla, la República de Chipre es un estado independiente que forma parte de la Unión Europea. Esta situación geopolítica en ningún caso afecta al viajero. En conjunto, es una isla muy segura.

Recomendamos comenzar tranquilamente por Nicosia. El muro de la frontera que divide la capital se puede pasar con el pasaporte, sin ningún tipo de visado, de un lado a otro y tendrás la sensación de viajar en el tiempo. Pasas de la capital europea a la Nicosia turca y viceversa, es una experiencia muy recomendable.

Dos son los espacios naturales que hemos recorrido, en la zona sur Trodos y en la zona norte el extremo de la isla, Karpaz. Desde el punto de vista del patrimonio cultural, la zona sur atesora varios lugares/rutas catalogados como patrimonio de la humanidad que merecen ser visitados: Idalion, Kato Pafos, Kourion, Tenta Kalavassos, Choirokitia o la Ruta Bizantina por apuntar algunos ejemplos. En la zona norte, igualmente podrás encontrar lugares increíbles como las fortalezas cruzadas, la ciudad grecorromana de Salamis o las fabulosas Famagusta y Kyrenia.

Por supuesto, la comida mediterránea tiene esa mezcla de lo oriental que tan atractivo resulta. Recordemos que estamos a menos de 100 km del Líbano.

Creta, por La Gran Escapada

Siempre que rebuscamos en nuestros recuerdos de Creta nos viene a la mente la misma imagen. Sol, luz, color, atardeceres inolvidables, alegría, tranquilidad, aguas cristalinas, una gastronomía mayúsculamente deliciosa y una gente llana, amable y cercana. Y es que, la mayor de las Islas Griegas, es una isla que lo tiene todo.

La idílica Playa de Balos y la preciosa Elafonisi, con sus tonos rosados, están entre las más bonitas del mundo. La ensoñadora Isla de Gavdos o la llena de historia Spinalonga son dos de las excursiones que realizar sí o sí.

De oeste a este y de norte a sur, el desfile de pueblecitos cretenses conseguirá que te derritas de lo chulos que son: Rethymno y su Fortezza –en su interior alberga la denominada Catedral de la Venecia de antaño-, la alegre y llena de vida Chania con su atrayente mezcla de culturas, el pequeño pueblito marinero de Loutro, Agios Nicholaos y sus aguas verdes turquesa o Elounda como epicentro de la relajada Bahía de Elounda.

Y, como joya de la corona, el Palacio de Knossos y su épico Laberinto del Minotauro. Las ruinas de más de 4.000 años que exponen el lugar donde, dicen, tuvo lugar el origen de la civilización tal y como hoy en día la conocemos. ¿Necesitas más argumentos?

Eslovenia, por Con la mochila

Eslovenia fue todo un descubrimiento, fue además nuestro primer viaje fuera de las fronteras españolas con la más pequeña de la casa y he de decir que casi cada bar o restaurante de carretera que encontramos en nuestra ruta en coche entrando desde Italia, visitando Pirán, Liubliana y el Parque Nacional del Triglav había algún sitio para que los niños jugasen.

La visita habitual comienza desde Venecia, pues el vuelo directo a Liubliana sale bastante más caro. Liubliana puede ser un buen sitio como lugar donde dormir unos días pues desde allí es posible visitar la pequeña pero agradable costa eslovena (buen lugar también para plantearte pasar una noche), un lugar que solo fue el comienzo de un viaje que nos descubriría las impresionantes cuevas de Postojna, con un tren que recorre parte de su interior, el increíble castillo de Predjama, en el hueco de una cueva, muy próximo a Postojna, el centro histórico de Liubliana con su castillo, su río y los muchos puentes que lo cruzan en la zona más céntrica.

Cuando te canses de la ciudad, lo mejor es huir al monte. El Parque Nacional Triglav, en los Alpes Julianos, es un buen lugar para ello. Una pequeña casita en Stara-Fuzina, muy cerca del lago Bohinj, fue nuestra elección. Allí el paisaje cambia y te encuentras inmerso en la naturaleza. Rutas de trekking asequibles, paseos en barca por el lago Bohinj, nadar en el lago o montar en canoas para pasar el día. Muy cerca y por si lo necesitas para relajarte más aún, un balneario. Lo más conocido del Triglav es Bled y por supuesto es visita obligada, el lago, la isla que hay en el medio y el castillo de Bled en lo más alto del acantilado de roca junto al lago. En sus alrededores, la impresionante Vintgar Gorge donde caminar siguiendo el curso del río por las pasarelas de madera y el precioso pueblo de Radovlica donde su calle principal es una de las imprescindibles.

Y todo esto en una semana y por libre. Con un poco de tiempo más te puedes recorrer el país entero y viajar a la zona noreste donde se elaboran los mejores vinos del país.

Cabo Norte, por Palabras de Viaje

Dicen que es el punto más al norte de la Europa occidental. Aunque la realidad es que este punto está ubicado a unos cuantos kilómetros más al oeste, lo cierto es que llegar a Cabo Norte y ver ante ti la inmensidad del mar, corta la respiración. Aunque también es cierto que por su ubicación, puede que llegues a este punto situado al norte de Noruega y la niebla te impida ver esta increíble imagen.

Un viaje con Cabo Norte como único destino es poco rentable: muchos kilómetros en coche o autobús y una visita breve a un punto concreto de un país tan increíble como Noruega. Por ello, si eres de los que te gusta coger el coche y disfrutar de la carretera, lo mejor es planear un road trip desde Oslo, pasando por los fiordos noruegos.

En mi caso, como ya conocía los fiordos del sur, salí de Estocolmo. Esta segunda opción te permite adentrarte en los bosques del centro de Suecia, cruzar la árida Laponia sueca, desviarte a las maravillosas Islas Lofoten e incluso acercarte a las Islas Vesteralen, dormir en Alta, la capital de las auroras boreales en invierno, para finalmente llegar a Cabo Norte. No te voy a decir que es un viaje fácil. Son muchos kilómetros y salvo que te sobren los días de vacaciones, las jornadas al volante serán intensas, pero disfrutarás de paisajes increíbles.

Y te preguntarás, ¿y para volver? Pues puedes optar por una de las dos rutas que te he dicho anteriormente o, ya que estás en faena, entrar a la Laponia finlandesa, conocer Rovaniemi, la ciudad de Papá Noel, los lagos del centro del país y terminar en Helsinki. ¿Suena atractivo, no? Te aseguro que lo es.

Y lo mejor de todo es si viajas en julio, disfrutarás de la luz del sol durante todo el día. Es increíble meterte en la cama a la 1 de la mañana y ver que en el exterior parece medio día. ¡Aunque esta maravillosa experiencia puede ser un calvario si no te llevas un antifaz para dormir!

Islandia, por Pasaporte a Wonderland

Islandia es un destino que ofrece largos días de luz en verano y unos paisajes tan impactantes que se diría que son de otro planeta. El país es un paraíso para los amantes de la naturaleza y de la geología y aunque lleva unos años con una cierta moda, en muchos de los lugares y recorridos de carretera estamos solos, con la sensación de ser los únicos habitantes de la isla.

La vuelta a la Ring Road es fascinante y ofrece alguna que otra ocasión para desviarse un poco y adentrarse más allá de la carretera descubriendo otros lugares que vuelven a ser impresionantes. El punto de partida puede ser perfectamente Reikiavik y desde ahí salir hacia el Parque Nacional de Thingvellir donde podemos pasear por la emocionante fractura que separa las placas tectónicas euroasiática y americana.

A continuación, el recorrido puede seguir hacia las espectaculares cascadas del sur como la Gullfoss, Skogafoss y Dettifoss sin dejar de admirar el famoso Geyser que cada algo más de 4 minutos emerge para expulsar agua caliente en una acción de la naturaleza que nos sorprende. Siguiendo hacia el este nos encontramos con el glaciar Vatnajokull en el que los icebergs navegan hasta acabar en el mar.

Fumarolas, volcanes activos e inactivos, fiordos en el este y luego en el norte, lagos de origen volcánico, extensiones de lava donde crece el musgo y carreteras que acaban en playas de arenas negras van salpicando nuestro recorrido en el que realizamos alguna parada para hacer el mejor trekking de Islandia y uno de los mejores del mundo por su belleza, el de Landmannalaugar.

Acabar con una visita a la península de Snaelfellness, en el oeste, donde Julio Verne situó el inicio de su Viaje al centro de la Tierra cierra este viaje tan completo del que solo nos falta algo: volver en invierno para ver auroras boreales.

Nueva York, por TragaViajes

Neones, sirenas, alcantarillas humeantes, edificios que tocan el cielo, hamburguesas de infarto, misas que parecen conciertos, compras…

Toda una variedad de estímulos entremezclados con modernos contrastes que no verás en cualquier otra ciudad. Hecho que hace que sea uno de los destinos más apreciado por cualquier turista.

Aunque en verano puede que uno se tueste, siempre será mejor que exponerse al riesgo de sufrir una hipotermia, como sí sucede en los gélidos inviernos – nosotros estuvimos a -28 Cº -. Sus parques cobran vida, las terrazas en lo alto de sus rascacielos son perfectas para disfrutar de un espectáculo de luces al caer la noche; y si el calor pega fuerte, puedes aprovechar para visitar las galerías de arte más famosas, junto con increíbles museos. Si también quieres pisar las localizaciones de muchas de las películas que has visto, no lo dudes, tu ciudad de vacaciones es Nueva York.

Singapur, por Viajeros al Blog