10 destinos donde pasar estas Navidades
Las Navidades parecen sinónimo de reuniones familiares y regreso al pueblo, pero por qué no aprovechar estas fechas para conocer nuevos destinos. Las ciudades europeas se llenan de mercadillos navideños y la nieve que echamos en falta en España nos hace volver a creer en Papa Noel. Aunque también otros destinos, más exóticos, nos pueden llevar al desierto por el que podemos divisar cómo se acercan los Reyes Magos con sus camellos.
1. Auroras boreales en Tromso, por Vagamundos Viajeros
No hay mejor forma de empezar el año nuevo que cumpliendo un sueño: eso nos ocurrió cuando elegimos Tromso, en Noruega, como nuestro destino de Nochevieja. La llamada «capital del Ártico» se nos presentó como una ciudad pequeña, nevada, fría, sin luz debido al fenómeno de la noche polar, ¡y apasionante!
Montamos en trineo, avistamos ballenas en barco, descubrimos la cultura sami, caminamos entre montones de nieve… y sobre todo ¡vimos auroras boreales! Da lo mismo que te expliquemos las razones científicas por las que se forman o las condiciones meteorológicas que favorecen su avistamiento: la realidad es que verlas es una cuestión de suerte (aunque el invierno ártico es desde luego la época más propicia) y que cuando lo hagas, la experiencia se escapará a tu entendimiento. ¡Pura magia! ¿Y no es eso en lo que consiste la Navidad? Disfrutar del espectáculo de una aurora bailando en el cielo es el mejor regalo que puedes hacerte.
2. Argelia, por Los Viajes de Ali
Pasar el fin de año en el desierto más profundo y auténtico es posible. Te llenarás el alma de paz, bellísimos paisajes, escenas que nuestros ancestros plasmaron en pinturas y grabados en las rocas. Todo en compañía de los tuareg, los elegantes hombres del desierto. No te arrepentirás ni un milímetro.
¿Dónde? ¡En Argelia! ¿Se puede? Sí! Acabo de venir de allí y ya quiero volver porque es uno de los viajes más bonitos que he hecho en mi vida. ¡Espero haberte convencido!
3. Rovaniemi, el hogar de Papá Noel, por La gran escapada
Allí donde comienza el Círculo Polar Ártico, en plena Laponia Finlandesa, se ubica Rovaniemi, la localidad ártica conocida mundialmente por ser nada menos que el lugar donde Papá Noel tiene su verdadero hogar. Arropada por la magia de los inmensos y frondosos bosques finlandeses, Rovaniemi es la viva imagen de la Navidad y el espíritu navideño.
Absolutamente todo evoca esa época entrañable donde el rojo y el blanco predominan, esa época de villancicos, regalos e ilusión donde todo brilla. Visitar Rovaniemi en Navidad es sinónimo de excursiones con renos, paseos en motos de nieve, pesca en lagos helados y, como no, charlas con Santa Claus y sus comprometidos elfos. Algo así como un mundo de fantasía donde “casi todo” puede hacerse realidad.
4. Norte de Italia, por Un Blog de Palo
La Navidad en Italia está llena de tradiciones y platos típicos listos para que las familias se reúnan en torno a la mesa. A los españoles no nos sorprende esa famosa costumbre de comer lentejas la última noche del año, e, incluso, llegan a nosotros productos como el Panettone milanés o el Pandoro de Verona. En Italia gustan muchos los mercadillos de Navidad y algunos, como los de Trento o Bolzano, nada tienen que envidiar a los mercadillos alemanes. En sus mercados encontrarás productos típicos de la época como turrones y dulces, decoración, quesos y embutidos, y, por supuesto, animación, villancicos y vino caliente.
En Verona durante los días previos a la Navidad coincidiendo con la festividad de Santa Lucía, patrona de la ciudad, además de colocar un precioso adorno con forma de estrella en el anfiteatro romano de la Arena se lleva a cabo un mercadillo prenavideño. La Santa es la encargada de traer los regalos a los niños veroneses justo unos días antes de Navidad.
Además de mercadillos en Navidad puedes visitar otros lugares como Grazzano Visconti, un maravilloso pueblo medieval cerca de Piacenza, en el que pasear por su centro histórico os hará vivir otra época. Italia es siempre un gran destino y en estos días se convierte en un lugar perfecto para disfrutar del ambiente navideño. Un paseo por los lagos Maggiore o Como, una escapada en ciudades como Bérgamo, Milán o Ferrara, o el relax en las termas de Bormio o Aosta son planes ideales para disfrutar de las vacaciones en el Norte de Italia.
5. Núremberg, por Cuaderno de Viaje
En Alemania se celebra con entusiasmo la Navidad y por todo el país surgen mercadillos navideños como setas en otoño. Pero Núremberg, la segunda ciudad de Baviera, instala en esta época posiblemente el mercado navideño más famoso de toda Alemania.
El mercadillo de Navidad se coloca en la Hauptmarkt, una amplia plaza del centro histórico dominada por la preciosa iglesia de Nuestra Señora. El mercado ofrece todo tipo de adornos navideños, velas y artesanía. Pero para mezclarse con los locales, nada mejor que hacerse con un vino caliente o un ponche para niños y recorrer las casetas al atardecer.
Sin embargo Núremberg es mucho más. La ciudad bávara ofrece durante todo el año múltiples motivos para ser visitada, entre ellos las decenas de eventos culturales y conciertos que organiza. También se puede pasear por su encantador centro histórico medieval o visitar alguno de sus interesantes museos: el castillo de Núremberg, el museo del pintor Durero o el Memorial del proceso de Núremberg.
6. Madrid, por Alpargata Viajera
Madrid es una ciudad fantástica durante todo el año, pero en diciembre se llena de luces, hermosos colores y gente maravillosa para celebrar la Navidad. Si deseas disfrutar del espectáculo de luces solo tienes que hacer un recorrido por el centro y disfrutar el ambiente navideño. Entre los lugares más concurridos suele estar la Puerta del Sol, donde se encuentra el árbol de Navidad más grande de la ciudad, admirado por miles de personas que se hacen fotos con mucha ilusión. Los sitios de interés más visitados por los turistas son el Ayuntamiento de Madrid, el Oso Madroño, el kilómetro 0 y las calles El Carmen, Montera, Carretas, Arenal, de Postas y Gran Vía.
En muchas plazas hay mercadillos por estas fechas en los que se venden objetos curiosos, chuches, alimentos especiales, chocolates y muchas cosas estupendas para regalar. En Madrid, la gente se suele reunir con su familia en Nochebuena para cenar deliciosas gambas, turrones, polvorones y luego es común irse de fiesta con los amigos, puesto que la ciudad tiene los mejores bares y discotecas de España. Otra cosa que no puede faltar es el brindis con los familiares y amigos. Nos vemos caminando por ahí.
7. Eslovaquia, por Viajamos juntos
Acabamos en Eslovaquia en fechas Navideñas de casualidad – era nuestra escala para llegar a Ucrania. Pero nos gustó tanto – cubierto de manto blanco de nieve, sin mucha gente, de buen humor – que nos quedamos 4 días explorando sus encantos. Por cierto, viajar por Eslovaquia en invierno es bastante fácil: existe una red de trenes muy amena que te llevaría a todos los puntos más interesantes. Así no tendrías que ponerte nervioso conduciendo por carreteras heladas.
Para disfrutar de las ciudades, con sus mercadillos de Navidad, vino caliente y pistas de hielo, puedes empezar en Bratislava, luego ir a Poprad y Kosice, todas conectadas con trenes. Los amantes de la naturaleza gozarían en los Altos Tatras. Desde Poprad llega una línea de trenes hasta Stary Smokovec, donde puedes enlazar con los trenes que recorren esta pequeña, pero impresionante cordillera. Aquí puedes esquiar, hacer senderismo o disfrutar de la gastronomía local en los cómodos restaurantes de los pequeños pueblos decorados con luces navideñas.
8. Viena, por Vagamundos
Cuando pensamos en ciudades para pasar las navidades y fin de año sin ninguna duda una de las que primero se nos viene a la cabeza es Viena, ya que su famoso concierto de año Nuevo es uno de los más seguidos en todo el mundo con mil millones de espectadores; además Viena tiene una gran variedad de mercados de Navidad muy grande, como el Rathausplatz o plaza del ayuntamiento, que tiene más de 150 puestos y una pista de patinaje sobre hielo muy grande; también está el mercado navideño de Maria-Theresien-Platz o Plaza de María Teresa, con más de 75 puestos con artesanía tradicional, y también en pleno centro está el mercado de Freyung, en él se puede comer y beber vino caliente y tiene belenes tradicionales.
El Mercado de Navidad frente al Palacio de Schönbrunn se transforma tras las Navidades en un mercado de Año Nuevo con artesanía tradicional, decoraciones y conciertos navideños.
9. Lisboa, por Germen viajero
El año pasado tuvimos la oportunidad de descubrir la ciudad de Lisboa en Navidad durante nuestro road trip por Portugal y pudimos comprobar que la capital lusa se impregna de un ambiente navideño durante estas fechas, casi al mismo nivel que cualquier capital europea.
Las calles se iluminan, los escaparates se engalanan, se coloca un gran árbol de Navidad de luces en la Plaza del Comercio y la gente pasea por los distintos mercados navideños de la ciudad mientras suenan villancicos en los bares y terrazas.
Sin duda, Lisboa es un buen destino para pasar unos días en Navidad y conocer las costumbres navideñas de otro país, sin necesidad de irse demasiado lejos.
10. Tres destinos de turismo arqueológico, por Arqueo Trip
Empezamos por Contrebia Leucade, ciudad celtibérica y romana en Aguilar del Río Alhama, La Rioja. Es uno de los asentamientos de población más antiguos de La Rioja. Permite conocer el grado de desarrollo técnico y la capacidad de organización de los celtíberos. Llama la atención al visitante como la ciudad se acomodó a una geomorfología muy particular.
Continuamos por la Ciudadela íbera de Fuente de la Mota en Barchín del Hoyo, Cuenca. El yacimiento de Fuente de la Mota, S IV a.C. es, por ahora, el único asentamiento prerromano, adscrito a la cultura ibérica, visitable en la provincia de Cuenca. Puedes conocer el porqué de su emplazamiento, ver sus impresionantes fortificaciones –el foso doble tallado en la roca y los restos de una gran torre-, las huellas que los carros, cargados de mercancías, marcaron en la roca del camino de acceso y entrar por la puerta principal.
Finalizamos con la Ciudad íbero romana de Torreparedones en Baena, Córdoba. Gracias a las excavaciones arqueológicas, sabemos que al menos desde el IV milenio a.C. hasta el siglo XVI d.C., la presencia humana en Torreparedones fue continuada, habiendo conocido su mayor esplendor en las épocas ibérica y romana, al lograr la condición de colonia o municipio. La visita a Torreparedones es un paseo por 4.000 años de historia, por una ciudad de nombre desconocido, aunque los investigadores apuntan a que estamos en la colonia que Plinio menciona como Ituci Virtus Iulia.